La velocidad es una de las capacidades básicas que conforman la condición física global, y desde un punto de vista del entrenamiento deportivo o del desarrollo coordinativo, constituye una cualidad fundamental dada su incidencia sobre el rendimiento físico-motriz.
No obstante, otros autores como García Manso y col. (1996), consideran que la velocidad también puede ser considerada como una cualidad física “híbrida” en tanto que se encuentra condicionada por todas las demás y, en ocasiones, como en los deportes de oposición y cooperación-oposición, por la técnica y la toma de decisiones. Destaca también de la velocidad su característica como cualidad genéticamente innata a cada sujeto, de ahí la conocida frase en el ámbito deportivo, “el velocista nace, no se hace”.
Grösser (1988), en cambio, concibe la velocidad desde una doble perspectiva, al entenderla como la capacidad para reaccionar con toda la rapidez posible ante un estímulo o para realizar los movimientos con diferentes resistencias con la mayor rapidez posible. Para Israel (cit. Grösser, 1992) la velocidad no es otra cosa que el desarrollo rápido de la fuerza.
Tipos de velocidad
La clasificación más común en el ámbito del acondicionamiento físico-deportivo para la velocidad es la establecida en función del momento de la respuesta motriz y de complejidad del movimiento (Blanco y Costes, 1998):
- Velocidad de reacción, como la capacidad de ejecutar una respuesta motriz en el menor tiempo posible tras la aparición de un estímulo. Por ejemplo, una salida de sprint en 100 metros lisos.
- Velocidad gestual o acíclica, como la capacidad de ejecutar una acción muscular aislada en el menor tiempo posible. Por ejemplo, un lanzamiento de jabalina
- Velocidad de desplazamiento o cíclica, como la capacidad de ejecutar una secuencia encadenada de movimientos cíclicos en el menor tiempo posible, y suele comprender a su vez una fase de aceleración, otra de velocidad máxima, y una última de resistencia a la velocidad máxima. Por ejemplo, una carrera de 100 metros lisos en atletismo.
Otra clasificación interesante es la propuesta por Grösser (1992) en función de la relación de la velocidad con otras capacidades, diferenciando entre:
- Velocidad de formas puras: Verjoshanski (1988) considera formas puras de velocidad cuando están disociadas de la fuerza. Grosser (1992) en cambio, considera como velocidades puras a la velocidad de reacción, la velocidad de movimiento y la velocidad frecuencial.
- Velocidad de formas complejas: cuando se combina la velocidad pura con otras capacidades físicas como la fuerza o la resistencia específica:
- Fuerza-velocidad o fuerza explosiva.
- Resistencia a la fuerza explosiva.
- Resistencia máxima de velocidad.
- Fuerza-velocidad o fuerza explosiva.
- Resistencia a la fuerza explosiva.
- Resistencia máxima de velocidad.
Efectos del entrenamiento de la velocidad
Entre los efectos producidos por el entrenamiento de esta cualidad, podemos destacar algunos como:
- Ganancias en fuerza muscular:
- Eficacia del movimiento
- Energía aeróbica:
- Capacidad de amortiguación
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Extraído de pixabay. Autor federicoghedini. Fuente CCO. https://pixabay.com/photo-941732/ |
Métodos de desarrollo
Entre los MÉTODOS para el desarrollo de la velocidad Zatziorsky (1974) propone los siguientes métodos:
- El método de reacción repetida: Se fundamenta en la repetición de la reacción lo más rápidamente posible ante un estímulo que aparece de repente. La tarea motriz podrá realizarse bien de forma global ó bien alternando las secuencias de su realización
- El método parcial o analítico: Se basa en el aumento de la velocidad de determinados movimientos parciales del movimiento reactivo. Ejemplos. Salidas facilitadas o simplificadas.
- El método sensorial: Pretende el desarrollo de la percepción reactiva del deportista, de forma que éste sea capaz de ajustar su capacidad de anticipación o incluso de prever posibles acciones a las que responder. Para ello se buscan por ejemplo situaciones o tareas motrices donde la respuesta estimada por el deportista coincida o se asemeje a la real.
A su vez, autores como García Manso y col. (1996) ó Manno (1991), consideran que los ejercicios que se emplean para mejorar la capacidad de velocidad del movimiento deben cumplir los siguientes requisitos:
- Ejecutados a velocidad máxima o submáxima.
- Ser muy breves.
- Sin cargas ó con cargas muy ligeras.
- No alcanzar la fatiga, evitando realizar altos volúmenes y respetando recuperaciones adecuadas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Bompa. T. Periodización del entrenamiento deportivo.
Barcelona. Paidotribo. (2000).
García Manso, J.M., Navarro, M., Ruiz, J.A. Bases teóricas del entrenamiento deportivo.
Principios y aplicaciones. Madrid.
Gymnos. (1996).
Grösser, M. Entrenamiento
de la velocidad. Fundamentos, métodos
y programas. Barcelona. Martínez Roca. (1992).
Harre, D. Teoría
del entrenamiento deportivo. Buenos Aires. Stadium. (1987).
Manno, R. Fundamentos
del entrenamiento deportivo. Barcelona. Paidotribo. (1991).
Matveiev, L.P. El
proceso de entrenamiento. Buenos Aires. Stadium. (1982).
Porta. (1988).
Sánchez Bañuelos, F. Bases para una didáctica de la Educación Física
y el Deporte. Madrid. Gymnos. (1984).
Zatziorski, V.M. Las
cualidades físicas en del deporte. Vigevano. Ediciones de la Atlética
Leggera. (1989).
Zatziorski, V.M. Metodología
deportiva. Moscú. Planeta. (1989).