viernes, 5 de enero de 2018

LA ADAPTACIÓN DEL ORGANISMO AL ESFUERZO EN LA ACTIVIDAD FÍSICA

La adaptación biológica. 

Bajo el término general de adaptación biológica, podemos entender la capacidad de los seres vivos de acostumbrarse a las condiciones del medio ambiente (Platonov, 1991). Fundamentándonos en García Manso y col. (1996), también podemos considerarla como el proceso a través del cual el organismo se acostumbra a los estímulos vivenciados, y que le conducen a una mejora de su capacidad funcional y de resistir a los estímulos extremos del ambiente. 

Según Mora (1995), todo proceso de acción adaptativa presenta tres características generales: 
  • Existencia de un estado estable de un organismo en un medio. 
  • Existencia de una situación estimulante. 
  • Ajuste del organismo para conseguir un reequilibrio adecuado.
Perelló (2011), por su parte, establece las siguientes características inherentes al proceso de adaptación biológica asociado al entrenamiento físico: 
  • Para que se produzcan adaptaciones, el organismo debe superar el umbral mínimo de intensidad y volumen. 
  • El proceso de adaptación es el resultado directo de una correcta relación carga-recuperación. 
  • La adaptación es un proceso reversible, por lo que cualquier reducción o suspensión del entrenamiento conlleva un retroceso de los efectos producidos. 
  • Cuanto mayor es el nivel de entrenamiento, mayores cargas de entrenamiento se requerirán para producir nuevos procesos de adaptación (principio de progresión o sobrecarga). 
  • Los procesos de adaptación requieren de condiciones específicas en base al tipo de entrenamiento o modalidad deportiva. 
  • En los procesos de adaptación es fundamental el principio de individualización (características del individuo: edad, sexo, condición física,…). 

Tipos de adaptaciones

Platonov (1991), por su parte, diferencia entre: 
  1. La adaptación inmediata o rápida (AI), como la respuesta inmediata del organismo a la aplicación de una carga. Una vez desaparece la tensión ejercida por dicha carga, las alteraciones orgánicas sufridas también desaparecen de forma progresiva. 
  2. La adaptación crónica o a largo plazo (AC), como la suma de procesos rápidos de adaptación, produciendo situaciones posteriores de adaptaciones más estables. Para que se produzcan este tipo de adaptaciones es necesario someter al organismo a esfuerzos suficientemente intensos y continuados. 

Adaptaciones del organismo al esfuerzo en la actividad física. 

Si bien todas las actividades físicas provocan adaptaciones rápidas en mayor ó menor medida, no todas lo harán a largo plazo. Para que estas adaptaciones a largo plazo tengan cabida, el proceso de entrenamiento debe ser regular, sistemático y controlado. Así, como bien afirman Alonso y col. (2003), las modificaciones acontecidas en los sistemas serán muy diversas en función del volumen, intensidad, frecuencia, y naturaleza de la actividad física en cuestión. A continuación vamos a describir las reacciones de adaptación que suceden en el organismo ante un proceso de actividad física a nivel circulatorio, cardiovascular, respiratorio, muscular y endocrino (McArdle y col., 2004; Wilmore y Costill, 2004): 

A nivel circulatorio: 

  • Como adaptaciones rápidas: descenso del volumen plasmático, y hemoconcentración (incremento del número de glóbulos rojos y de proteínas plasmáticas). 
  • Como adaptaciones lentas: incremento del volumen plasmático, y del número de hematíes y niveles de hemoglobina, y de la capacidad de suministro de 02. 

A nivel cardiovascular: 

  •  Como adaptaciones rápidas: incremento de la frecuencia cardíaca (FC) y del volumen sistólico (VS), y en consecuencia, del gasto cardíaco (GC); además de vasoconstricción, excepto en los músculos activos y órganos vitales, e incremento del retorno venoso, por la propia contracción-relajación de los músculos que actúan en el movimiento. 
  • Como adaptaciones lentas: Aumento del volumen y peso del corazón (hipertrofia), disminución de la frecuencia cardíaca en reposo y submáxima, e incremento del gasto cardíaco. 
Extraído de Pixabay. Autor quimono. Fuente CCO. https://pixabay.com/photo-1813410/


A nivel respiratorio: 

  • Como adaptaciones rápidas: mayor amplitud de movimiento de la caja torácica, e incrementos de la demanda de 02 y de la producción de CO2, y de la frecuencia respiratoria (FR) y del volumen corriente (VC), y en consecuencia, del volumen minuto respiratorio (VMR). 
  • Como adaptaciones lentas: Incrementos de la fuerza, resistencia y velocidad de ventilación de los músculos respiratorios, y de la superficie respiratoria a nivel alveolar. Aumento de la capacidad pulmonar y mejora de la mecánica respiratoria, y en consecuencia, de la economía respiratoria (disminución del gasto energético) y mejor aprovechamiento del 02 inspirado. 

 A nivel muscular: 

  • Como adaptaciones rápidas: incrementos de la actividad enzimática, de la coordinación intra- e intermuscular, del glucógeno circulante, y de la elasticidad muscular; y descensos en la fuerza de contracción y en la viscosidad intramuscular. También destaca una hipertrofia temporal debido a una acumulación temporal de fluidos en los espacios intersticiales e intracelulares del músculo. 
  • Como adaptaciones lentas: A nivel del trabajo anaeróbico: Incrementos de los niveles de reposo de los sustratos (ATP, PC, glucosa…) y de las enzimas glucolíticas, mayor tolerancia al ácido láctico, e hipertrofia muscular causada por un aumento en el tamaño de las fibras musculares. A nivel del trabajo aeróbico: Incrementos del tamaño, número y capacidad de la mitocondria, de la cantidad de mioglobina en el músculo, y aumento de la oxidación de las grasas y de la utilización de glucógeno como fuentes energéticas. 

 A nivel endocrino: 

  • Hormonas que afectan al metabolismo energético: 
    1. Catecolaminas, glucagón y cortisol: se caracterizan por un incremento de liberación con el ejercicio, especialmente de larga duración (como adaptaciones rápidas), pero a largo plazo en cambio se produce una disminución en dicha liberación para el mismo tipo de ejercicios. 
    2. Insulina: disminuye durante el ejercicio, siempre que no se haya ingerido una gran cantidad de carbohidratos antes de aquel (como adaptación rápida), y como adaptación a largo plazo, no hay una disminución significativa de dicha hormona. 
  • Hormona del crecimiento (GH): aumenta proporcionalmente a partir de los 30 minutos de duración en ejercicios submáximos, y alcanza los valores máximos a los 60 minutos (como adaptaciones rápidas). Respecto a las adaptaciones lentas a nivel de esta hormona, existe controversia en base a los estudios realizados. 
  • Hormonas que afectan al equilibrio hidroeléctrico: Al inicio de la actividad física hay un aumento de la renina plasmática y de la aldosterona. La función de estas hormonas es mantener el volumen de sangre circulante y el nivel sódico prioritariamente sobre las pérdidas sudorales producidas por la actividad física. La respuesta varía según la intensidad del ejercicio, las condiciones ambientales, y el grado de rehidratación. 
  • Hormonas que afectan a la función sexual: 
    1. Testosterona: se incrementa en los ejercicios de alta intensidad y corta duración, y disminuye en ejercicios de larga duración de más de 3 horas (como adaptaciones rápidas). Aumentan los niveles de testosterona con la realización de actividad física como adaptación lenta.
    2. Progesterona: se incrementa en los ejercicios de alta intensidad y corta duración

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


 Devís, J. Actividad física, deporte y salud. Inde. Barcelona. (2000).
 García Manso, J.M., Navarro, M., Ruiz, J.A. Planificación del entrenamiento deportivo. Madrid. Gymnos. (1996).
González, J.J. Halterofilia. Madrid. COE. (1991).
 Manno, R. Fundamentos del entrenamiento deportivo. Barcelona. Paidotribo. (1991).
 Navarro. F. Principios del entrenamiento deportivo y estructuras de la planificación deportiva. Master de Alto Rendimiento. Madrid. COE-UAM. (1998).
Ozolin, N.G. Sistema contemporáneo del entrenamiento deportivo. La Habana. Científico-Técnica. (1983).
Platonov, V.M. La adaptación en el deporte. Barcelona. Paidotribo. (1991).
Santos, C. Preparación física en niños y jóvenes. Barcelona. Apunts. (2000).
 Weineck, J. Entrenamiento óptimo. Barcelona. Hispano-Europea. (1988)..

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